Saludos!
Hoy os traigo el mapa de la Ciudad Nocturna de Stavros, donde se levanta la Torre Viviente, y donde se ambienta El Libro de las Bestias, continuación a El Tratado de Yandalath. Como estoy revisando el cuento, estoy trabajando en sus mapas también. Pronto vendré con los planos de La Montaña del Hueso Roto. Hoy es el turno de Stavros.
Stavros fue una grandiosa ciudad, tal vez la mayor obra arquitectónica de todo el imperio levantado por Efgo, Primero de Yandalath, que ocupó toda la Tierra Oscura de Elhada. Aquel inmenso desierto en que siempre era de noche, donde los elfos de Yandalath reinaron sin piedad, esclavizando a todos los humanos que lo habitaron. Éste albergaba grandes lagos, que él unió mediante canales. Donde construyó Stavros, el Lago de Susmira terminaba en una ciénaga intransitable, pero allí canalizó el Río Primero, construyendo grandes diques y trazando su cauce hasta el océano. Stavros fue próspera por su posición estratégica y creció, pero ganó mayor importancia cuando el imperio colapsó. El Rey Efgo fue traicionado por sus hijos, en la que llamaron la Escisión de Yandalath, y la Tierra de Elhada quedó dividida entre la Casa de Orah y la Casa de Esnas, repartida entre sus hijos y su nieto. Örlogo y Enda, quienes se habían casado, fundaron la Casa de Esnas e hicieron de Stavros su capital, levantando el Palacio Real sobre la colina oriental, para habitarla como su residencia habitual. En ese momento, Rinio, Tercero de Darada, ya era el Señor de la Ciudad, y en un arrebato de ira y demostración, hizo construir la Torre Viviente sobre la colina occidental. Bajo la torre, dicen, construyó una prisión para encerrar una poderosa criatura capaz de canalizar las hebras de magia del mundo. El poder que aquello le dio a Rinio fue tal que hasta los mismos Reyes Örlogo y Enda lo respetaban y temían.
Rinio estaba casado con Ydni, tercera de Oploro y Hara, de quien decían ser la elfa más bella de Stavros, y de toda Esnas. En el año 105.005 del Calendario de Yandalath, la Señora Ydni marchó al sur, como representante de la Casa de Esnas en la redacción del Tratado de Yandalath, que versaría sobre larga la historia de la Alta Estirpe, pero jamás regresó. Rinio, desesperado, se sumió en una tristeza que acabó llevándolo a los brazos de Kissara, sexagésima de Litria, la que antaño fue la sirvienta de Ydni. Pero Rinio, en su sabiduría, sabía que Kissara, a pesar de su baja alcurnia, era la mejor sustituta de su señora, pues tenía algo que nadie más tenía.
Esta es la ciudad donde transcurre El Libro de las Bestias, una ciudad en continua oscuridad donde susurran los lamentos de los condenados.
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Pronto más.
Chris.
